Seguramente también te ha pasado en varias ocasiones: vas caminando por la calle, algo te llama la atención en un escaparate, te acercas a mirar y te das cuenta de que no es lo que pensabas, o la calidad del producto es baja, o el precio es demasiado alto, o incluso entras a la tienda solo para ser inmediatamente repelido por un dependiente demasiado insistente o indiferente.
Bueno, pues esta situación de “solo estaba mirando, y ya me voy” también es super común en el mundo digital y se le conoce como Bounce Rate o tasa de rebote. La diferencia es que, si un cliente potencial entra a una tienda física y se va a los diez segundos, pues realmente no pasa nada, pero cuando esto ocurre en una tienda en línea, queda un registro que le va restando “categoría” y visibilidad al sitio web. Por eso es tan importante impedir que el bounce rate de un ecommerce se dispare.
La tasa de rebote puede incrementarse debido a muchos factores, pero no te preocupes, le preguntamos a nuestros Shopify Experts y nos dieron algunos tips excelentes para que los apliques en tu negocio y no tengas este problema.
¿Qué es el bounce rate o porcentaje de rebote?
Técnicamente hablando, el bounce rate no es más que una métrica en la analítica web que indica el porcentaje de visitantes que abandonan una página sin realmente interactuar de manera significativa con ella. En otras palabras, mide cuántos usuarios llegan a tu sitio y se van sin hacer clic en otros enlaces, completar formularios, o realizar cualquier acción relevante.
Y ¿para qué sirve? Bueno, pues la tasa de rebote es uno de los mejores indicadores de la calidad de tu contenido y de tu producto, de la fluidez de tus canales de adquisición y de la experiencia digital general que le ofreces al usuario. Un alto porcentaje de rebote siempre es un síntoma de un problema subyacente y además tiene consecuencias muy negativas para la reputación de tu sitio web. Por otro lado, identificar y corregir los factores que contribuyen a un alto bounce rate mejora significativamente la retención de visitantes y aumenta las conversiones.
Normalmente, un usuario entra a un sitio web y se va inmediatamente por alguna o varias de las siguientes razones:
- El contenido que no responde a las necesidades o expectativas del usuario.
- La página aparece en búsquedas para palabras clave que no están alineadas con su contenido.
- La página que no cumple con las expectativas establecidas por el enlace o el anuncio que lo trajo allí.
- No encuentra lo que está buscando rápidamente porque la navegación no es intuitiva.
- El contenido está mal escrito, la información está desactualizada o tiene cero profundidad.
- El sitio web se ve “viejo” o tiene un tiempo de carga lento.
- Demasiadas ventanas emergentes o Pop-ups comienzan a bombardear la pantalla.
Si nos detenemos a analizarlo, tiene sentido que los usuarios hoy en día sean tan exigentes: por cada sitio web complejo, desactualizado y que tarda en cargar, hay otros diez que sí ofrecen una experiencia de usuario placentera y que responden mucho más rápido a las necesidades del cliente. ¿Por qué perderíamos tiempo en un sitio que no ofrece lo que buscamos desde el inicio?
El bounce rate tiene dos modalidades principales:
Tiempo en página alto y porcentaje de rebote elevado
Los usuarios pasan una cantidad considerable de tiempo en la página, lo que indica que están consumiendo el contenido, pero se van sin interactuar más o navegar a otras partes del sitio. Esto puede indicar que los usuarios encuentran el contenido interesante, pero no encuentran una llamada a la acción clara o enlaces relevantes para seguir explorando el sitio. También puede sugerir que el contenido es tan completo que no necesitan visitar otras páginas, aunque eso suele funcionarle a Wikipedia, no a un ecommerce.
Tiempo en página bajo y porcentaje de rebote elevado
Los usuarios abandonan la página rápidamente, pasando poco tiempo en ella, sin interactuar más ni navegar a otras páginas del sitio. Esto generalmente indica que los visitantes no encuentran el contenido relevante o útil, o que hay problemas con la experiencia de usuario como tiempos de carga lentos, diseño confuso o contenido poco atractivo.
¿Cuáles son consecuencias de un bounce rate elevado y cómo te ayuda Google Analytics?
Primero, lo más obvio: los visitantes que abandonan tu sitio rápidamente no tienen la oportunidad de convertirse en clientes, lo que de forma inmediata afecta negativamente tus ventas y tus leads. Sin embargo, esto no es lo peor, ya que un alto porcentaje de rebote también afecta negativamente tu SEO, lo cual a mediano y largo plazo es devastador si tu estrategia de ventas se basa fuertemente en atraer clientes de manera orgánica.
La mala noticia es que Google puede interpretar un alto bounce rate como una señal de contenido irrelevante o de baja calidad, perjudicando tu clasificación en los resultados de búsqueda. La buena noticia es que, al mismo tiempo, el buscador ya está haciendo parte del trabajo de análisis y medición por ti, y gracias a Google Analytics puedes conocer el bounce rate de tu sitio web, con datos detallados sobre el comportamiento de los usuarios.
Por ejemplo, Google Analytics te despliega cuáles páginas tienen los mayores porcentajes de rebote, lo que te permite centrarte en mejorar esas áreas específicas. Además, te muestra qué canales de tráfico (como búsqueda orgánica, redes sociales, o anuncios pagados) están generando más rebotes; esto te ayuda a ajustar tus estrategias de marketing y enfocarte en fuentes que atraen tráfico más relevante. Incluso puedes analizar el bounce rate según diferentes segmentos de audiencia, como nuevos visitantes frente a visitantes recurrentes, para entender mejor a tus diferentes grupos de usuarios y personalizar su experiencia en tu sitio.
¿Qué causa el bounce rate en un ecommerce o tienda en línea y cómo resolver cada problema?
Hasta ahora, hemos hablado del bounce rate de manera general, pero ahora veremos a detalle qué es lo que hace que se dispare en un ecommerce, en donde, en teoría, los clientes deben llegar con intenciones específicas de compra, o al menos en una fase de consideración de adquisición de un producto o servicio.
1. Contenido irrelevante o de baja calidad
Si no hay problemas técnicos, esta es la razón #1 de un porcentaje de rebote elevado. Cuando los usuarios encuentran contenido que no responde exactamente a sus necesidades o expectativas, es probable que se vayan rápidamente. Esto puede deberse a varias razones, como el uso de palabras clave incorrectas, contenido mal escrito, información desactualizada o técnicas engañosas para incrementar el tráfico web.
Por ejemplo, seguramente tú también has hecho una búsqueda en línea solo para terminar en un sitio que claramente no vende eso, pero que se las arregló para que terminaras allí, aunque sea unos segundos, con la esperanza de que algo de lo que ves te interese. Esto puede funcionar para disparar las visitas al inicio, pero a largo plazo siempre es contraproducente.
Para evitar que tu contenido genere bounce rate, en primer lugar nunca pierdas de vista que los mejores resultados llevan tiempo y esfuerzo, y con ello en mente:
- Asegúrate de utilizar palabras clave relevantes y actualizadas que coincidan con las expectativas de tu audiencia.
- Diseña landing pages específicas y optimizadas para cada campaña y segmento de audiencia.
- Escribe artículos y descripciones de productos que sean informativos, útiles y estén bien redactados.
- Revisa qué está haciendo tu competencia mejor posicionada con su contenido y trata de mejorarlo o al menos igualarlo en calidad.
- Mantén tu contenido al día y asegúrate de que siempre sea relevante para tu audiencia.
- No uses canales de adquisición engañosos, como anuncios con letra chiquita o SEO forzado.
- Asegúrate de que tus meta descripciones sean precisas y atractivas. Evita el clickbait y proporciona descripciones que reflejen verdaderamente el contenido de la página.
- Aprovecha las herramientas de contenido dinámico y personalizado que están disponibles para plataformas como Shopify y Shopify Plus. Esto te permiten enseñarle a cada visitante productos más alineados con lo que buscan.
2. Tiempo de carga lento
Los ecommerce, especialmente los que tienen un catálogo amplio, tienen que poder manejar inmensas cantidades de información de forma extremadamente ágil, porque están compitiendo con gigantes de la talla de Amazon o Mercado Libre, que tienen servidores poderosos que les permiten desplegar productos a velocidad de scrolling. Las páginas que tardan demasiado en cargar el siguiente producto o las imágenes frustran a los usuarios, llevándolos a abandonar el sitio rápidamente en busca de la experiencia inmediata a la que ya están acostumbrados.
¿Cómo solucionarlo? Si no tienes demasiados conocimientos técnicos de ecommerce, lo mejor es que dejes en manos de los profesionales, por ejemplo nuestros expertos en Shopify. Sin embargo, sí que podemos decirte cuáles son algunas de las acciones clave en este sentido:
- Optimizar las imágenes de producto, es decir, disminuir su peso sin sacrificar calidad.
- Eliminar los scripts innecesarios y reducir los que sean demasiado largos.
- Migrar a un servidor de hosting más rápido y confiable.
- Utilizar una red de entrega de contenido (CDN) para mejorar la velocidad de carga.
3. Diseño no responsivo
Más del 70% de las personas buscan y adquieren productos y servicios desde su celular (Forbes), y se estima que para el 2025 el valor de ventas del comercio móvil minorista en América Latina será de más de cien mil millones de dólares (Statista). Un ecommerce que no se adapte a las pantallas de los smartphones va a tener un bounce rate equivalente, al menos, a todos los usuarios que intenten ingresar a él desde su celular.
Afortunadamente, la mejores plataformas de ecommerce, como Shopify, cuentan con frameworks especializados para asegurar que tu sitio se ajuste correctamente a cualquier tamaño de pantalla con diseño responsivo, desde móviles hasta monitores grandes, y esa es una de las inmensas ventajas de invertir en una infraestructura profesional para tu ecommerce.
Por ejemplo, nuestros expertos en diseño de tienda en línea en Shopify realizan pruebas exhaustivas en varios dispositivos y navegadores para garantizar una experiencia de usuario óptima en todas las plataformas, asegurándose de que todos los elementos de tu sitio funcionen correctamente y sean accesibles sin importar el dispositivo utilizado.
4. Experiencia de usuario deficiente
La experiencia de usuario (UX) implica tomar en cuenta muchísimos aspectos, pero la navegación intuitiva es la columna vertebral de la UX en tu ecommerce, y cualquier obstáculo en este aspecto puede aumentar significativamente el bounce rate.
Una navegación confusa puede ser el resultado de menús desorganizados, enlaces ocultos, categorías mal definidas o una jerarquía de información poco clara. Si los usuarios tienen que adivinar dónde hacer clic o cómo llegar a la sección que les interesa, es probable que se frustren y se vayan. Esto se soluciona mediante una combinación de diseño y organización lógica:
- Utiliza menús de navegación simples y directos. Clasifica los productos en categorías y subcategorías lógicas que sean fáciles de entender y navegar.
- Implementa un mapa de sitio claro y sencillo que muestre todas las secciones y sub páginas, esto ayuda a los usuarios a entender la estructura general y a encontrar rápidamente lo que buscan.
- Implementa una barra de búsqueda eficiente y visible en todas las páginas.
- Asegúrate de que los enlaces a las páginas clave sean fácilmente accesibles desde cualquier parte del sitio.
- Incluye enlaces a los productos más vendidos, nuevas colecciones, y ofertas especiales.
- Utiliza "breadcrumbs" para mostrar la ubicación dentro del sitio y la ruta de navegación del usuario.
- Mejora el diseño visual de tu sitio y agrega elementos interactivos para mantener a los usuarios comprometidos.
5. Falta de llamadas a la acción claras
Una falta de llamadas a la acción (CTAs) claras puede contribuir a un alto bounce rate. Si los usuarios no saben qué hacer a continuación en tu sitio o no encuentran una buena motivación para permanecer en él, es muy probable que se vayan pronto o, en el mejor de los casos, que tengas un porcentaje de rebote elevado en la modalidad de “tiempo en página alto”.
Los CTA nos ayudan a enganchar al usuario en diferentes escenarios, ya sea para que avance en el proceso de compra, o para derivarlos hacia un producto o contenido que pueda interesarle más, en caso de que el actual no avance hacia una conversión. Por ello, es muy importante:
- Tener claro los posibles escenarios de todo tu embudo de venta y ofrecer opciones de CTA para cada uno de ellos.
- Guiar a los usuarios a lo largo del proceso de compra con CTA secuenciales que los lleven de una etapa a otra de manera fluida.
- Colocar llamadas a la acción en lugares estratégicos de tu página, como al final de los artículos, en la parte superior de la página y cerca de los productos destacados.
- Utiliza colores contrastantes y textos persuasivos para los CTA.
- Añadir elementos interactivos, como botones animados, carritos de compra que se actualizan en tiempo real y formularios fáciles de usar.
- Realizar pruebas A/B para determinar qué diseños y textos de CTA son más efectivos para tu audiencia.
6. Pop-ups y anuncios intrusivos
Aunque los pop-ups pueden ser efectivos para capturar leads y promocionar ofertas, su uso excesivo suele resultar contraproducente. Por ejemplo, cuando aparecen inmediatamente al entrar al sitio, anuncios que cubren el contenido principal o múltiples ventanas emergentes en una sola sesión crean una experiencia negativa, distrayendo e irritando a los visitantes.
Si un usuario ingresa a tu tienda en línea para ver un producto específico y antes de poder explorar le aparece un pop-up pidiéndole que se suscriba a un boletín, esto se sentirá igual de invasivo que cuando entramos a una tienda de ropa y de inmediato nos embosca un vendedor.
- Limita la cantidad de pop-ups en tu sitio para que aparezcan solo en momentos estratégicos, como después de que el usuario haya pasado un tiempo navegando o cuando esté a punto de salir del sitio.
- Asegúrate de que los pop-ups ofrezcan contenido relevante y de valor para los usuarios, como descuentos exclusivos o acceso a contenido premium.
- Diseña los pop-ups de manera que no cubran el contenido principal ni interfieran con la navegación.
- No olvides incluir un botón de cierre claro y visible: nada es más molesto que una ventana no solicitada que además no se puede cerrar.
- No muestres pop-ups repetidamente a los mismos usuarios en una sola sesión, configura límites de frecuencia para evitar la sobreexposición.
7. Problemas técnicos
Si tu bounce rate está controlado y se dispara “de la nada”, eso casi siempre es un indicador de que tienes un problema técnico en alguna de tus páginas o de que un proceso en específico no está funcionando bien. Después de uno o varios intentos fallidos, es probable que el usuario abandone el sitio y busque el producto en otra tienda.
La tasa de rebote debida a problemas técnicos puede prevenirse realizando auditorías frecuentes para identificar y corregir errores. Esto incluye verificar todos los enlaces, botones y formularios; probar regularmente todas las funcionalidades, especialmente las relacionadas con el proceso de compra, como el carrito y los formularios de pago, y habilitar herramientas de monitoreo que alerten en tiempo real sobre cualquier problema antes de que el bounce rate sea el indicador.
Conclusión
Como puedes ver, reducir el bounce rate en tu ecommerce requiere una combinación de varias estrategias; algunas tienen que ver con la gestión y optimización del contenido y otras son más técnicas. Recuerda que en Getmore somos una agencia especializada en diseño de sitio web en Shopify, y siempre tomamos en cuenta estos y otros aspectos para garantizar que estás exprimiéndole todo el provecho posible a tu ecommerce.
Sigue al pendiente de nuestro contenido o ponte en contacto con nosotros para seguir aprendiendo nuevas y mejores maneras de vender más en tu tienda en línea.